Al menos cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un tiroteo seguido de un incendio dentro de una iglesia mormona en Grand Blanc, Michigan. El sospechoso, identificado como Thomas Jacob Sanford, estrelló su vehículo contra el templo durante el servicio dominical, abrió fuego con un rifle de asalto y prendió fuego al edificio usando un acelerante. Fue abatido por la policía minutos después del ataque.

Las autoridades locales investigan el hecho como un “acto de violencia selectiva”, mientras la magnitud del incendio ha impedido completar el desalojo del recinto. El FBI desplegó a un centenar de agentes para colaborar en la investigación, y el presidente Donald Trump calificó el episodio como “un horrendo tiroteo contra cristianos en Estados Unidos”.

El ataque ha provocado un clima de alarma nacional. Líderes políticos y religiosos exigieron reforzar la seguridad en templos, recordando que los espacios de culto deberían ser refugios de paz. Pero la reiteración de estos episodios refleja un problema profundo: la violencia armada sigue fracturando el tejido social estadounidense sin respuestas de fondo.

El coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve, acusó a Morena de negarse a asumir su responsabilidad en la crisis del sistema de salud, marcada por el desabasto de medicamentos y deudas millonarias con farmacéuticas. Señaló que el gobierno federal mantiene adeudos superiores a 5 mil millones de pesos derivados de contratos con el desaparecido Insabi, incumplidos en su entrega por falta de logística en el sector.

Añorve criticó que, pese a reconocer los pasivos, la administración de Claudia Sheinbaum exija cumplimiento a las farmacéuticas bajo amenaza de inhabilitación. Afirmó que Morena hereda el colapso del sistema generado por el sexenio de López Obrador, con medidas fallidas como la desaparición del Seguro Popular, la creación del Insabi, la mega farmacia de Huehuetoca y las compras consolidadas de fármacos, que calificó como farsas costosas para la población.

El priista llamó al oficialismo a dejar la simulación y diseñar políticas públicas efectivas para garantizar la distribución de medicamentos. El señalamiento reabre el debate sobre la capacidad del gobierno para corregir errores estructurales y recuperar un sector golpeado por decisiones improvisadas. La reflexión es contundente: ¿podrá Morena corregir lo que el propio obradorismo fracturó en nombre de la transformación?

En Zapopan, durante el cierre de su informe de rendición de cuentas, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México ha enfrentado con dignidad la política arancelaria de Donald Trump. Acompañada por Marcelo Ebrard, a quien reconoció por su papel en las negociaciones con Washington, subrayó que pese a las dificultades “a México se le respeta”. El canciller recibió aplausos, mientras el gobernador Pablo Lemus fue abucheado por asistentes al evento.

Sheinbaum destacó que, bajo la llamada Cuarta Transformación, el país redujo desigualdad y pobreza, señalando que entre 2018 y 2024 más de 13 millones de personas salieron de la pobreza. Reiteró que la máxima de “primero los pobres” ha sido eje de las políticas públicas y defendió que México pasó de ser uno de los países más desiguales del continente a colocarse en segundo lugar después de Canadá.

El mensaje buscó reforzar la imagen de fortaleza frente a las presiones externas y de continuidad con el proyecto iniciado por López Obrador. Sin embargo, los abucheos al gobernador local evidenciaron fracturas en la relación política regional. El discurso deja en el aire un dilema: ¿la narrativa de dignidad será suficiente para enfrentar los costos reales de la confrontación económica con Estados Unidos?

Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco, construyó un control criminal sostenido en alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación, según documentos de la Sedena. Bajo el alias de Comandante H, dirigía a La Barredora y dictaba órdenes de cobro, asesinatos y operaciones de tráfico de drogas, migrantes y huachicol desde Veracruz hasta Guatemala. Informes revelados por Guacamaya Leaks muestran que usó su posición política para dar “licencias” a grupos criminales.

El exfuncionario pactó con herederos de Los Zetas y reconfiguró las operaciones delictivas en Tabasco, delegando zonas a operadores como Benjamín Mollinedo, alias El Pantera, y Euler Ruvalcaba, alias El Rayo. Estos liderazgos coordinaban tráfico de drogas, extracción de combustibles y homicidios, además de corromper a personal militar en puertos estratégicos como Dos Bocas. La violencia era desplazada a Chiapas para reducir estadísticas en Tabasco.

El caso exhibe cómo estructuras de seguridad pública fueron utilizadas para fortalecer al crimen organizado en el sur del país. Bermúdez, detenido en Paraguay y extraditado a México en septiembre, simboliza la penetración de redes criminales en gobiernos locales. La reflexión es inevitable: cuando la autoridad se convierte en pieza del engranaje delictivo, ¿qué garantías quedan para el Estado de derecho?”

La Ciudad de México suma un nuevo recinto al universo de Frida Kahlo: la Casa Roja, donde vivieron sus padres y que ahora se convierte en museo familiar. A tres cuadras de la Casa Azul, este espacio busca mostrar una faceta más íntima de la artista, lejos de la narrativa centrada en Diego Rivera. Fotografías, cartas, vestidos, muñecas y hasta recetas se exhiben junto a un cuarto oscuro en honor a Guillermo Kahlo, padre de la pintora.

Los descendientes de la familia, junto con la recién creada Fundación Kahlo, impulsaron la apertura tras años de mantener la residencia cerrada. El museo propone un recorrido analógico y personal, con objetos cotidianos que revelan la red de afectos que sostuvo a Frida durante su vida. En paralelo, la fundación proyecta becas y premios artísticos para dar continuidad a su legado.

Con esta apertura, México refuerza la memoria de su artista más universal. La Casa Roja no es solo un espacio de exhibición, sino un puente emocional que devuelve a Frida al corazón de su familia y de su país.

El otoño 2025 se viste de contrastes: tejidos clásicos reinterpretados y detalles inesperados dominan las pasarelas y el street style. El ante en tonos tierra regresa como material estrella, uniendo lo retro con la versatilidad contemporánea, mientras que el animal print reafirma su lugar como símbolo de poder y atrevimiento.

Los cuadros en versiones Príncipe de Gales o pata de gallo se imponen como uniforme urbano de sofisticación, acompañados de blazers y abrigos estructurados que retoman la estética ochentera con hombros marcados y proporciones amplias. A ello se suma la irrupción del encaje negro, trasladado más allá de la noche, que aporta sensualidad y elegancia en cualquier momento del día.

Más que tendencias aisladas, estas apuestas muestran cómo la moda de 2025 busca equilibrar lo clásico y lo disruptivo. El reto está en saber combinar sin caer en excesos: el otoño confirma que el estilo se construye en capas, texturas y elecciones personales que dialogan con la memoria y la modernidad.

Luka Doncic atraviesa un momento de reinvención con Los Angeles Lakers. El esloveno explicó que su cambio de mentalidad y físico llegó tras priorizar la preparación fuera del balón: rutinas de fuerza, resistencia, alimentación controlada y un mes completo enfocado en su cuerpo. Su transformación le devolvió frescura, potencia y una nueva visión sobre el baloncesto de élite.

La paternidad también marcó un punto de inflexión. Desde el nacimiento de su hija Gabriela en 2023, Doncic asumió un rol más reflexivo, separando la exigencia profesional de la vida personal. El jugador destacó la influencia de su formación europea y defendió la importancia de preservar la creatividad en el aprendizaje deportivo temprano, lejos de la sobreexposición mediática.

La metamorfosis de Doncic va más allá del rendimiento: representa un proceso de maduración emocional y profesional. En una liga dominada por el espectáculo, el esloveno propone disciplina y equilibrio como valores centrales, recordando que las figuras deportivas también deben construir legado fuera de la cancha. Su caso plantea una pregunta inevitable: ¿será esta la ruta que nuevos talentos deban seguir para sobrevivir en la exigencia desbordante de la NBA moderna?

Preguntarse si hoy tenemos la mejor Suprema Corte de Justicia de la historia obliga a reconocer claroscuros. Desde 1994, con la reforma que la convirtió en tribunal constitucional, y tras el giro de 2011 hacia un modelo garantista de derechos humanos, la SCJN alcanzó avances inéditos: matrimonio igualitario, aborto y no discriminación. Sin embargo, también ha emitido fallos que revelan tensiones entre técnica jurídica y cálculos políticos.

El presente muestra una institución fragmentada. La ideología de los ministros pesa más que su formación judicial, y el protagonismo en redes sociales sustituye a la solidez argumentativa. La base técnica que daba sustento a las ponencias se erosiona con despidos masivos, afectando la estructura que sostiene al Poder Judicial más que a los ministros visibles en los reflectores.

Los riesgos son claros: frivolidad, nepotismo y discursos antiderechos disfrazados de interpretación constitucional. Declaraciones simplistas sobre controversias o sobre la “vida como derecho absoluto” exhiben desconocimiento jurídico y retrocesos preocupantes. La Corte parece debatirse entre ser tribunal moderno o replegarse hacia el formalismo subordinado de épocas pasadas.

Más que preguntarse si es la mejor Corte, la urgencia es evitar que deje de aspirar a serlo. En una democracia en crisis de confianza, un tribunal constitucional debe ser contrapeso efectivo, no escenario de cálculo político. El verdadero peligro es la pérdida de legitimidad ciudadana, justo cuando más se necesita un árbitro independiente y técnico.

La Fiscalía General de la República reveló una red de corrupción en puertos de Tampico, Altamira, Guaymas y Ensenada, donde verificadores aduanales simulaban pruebas químicas para permitir la entrada ilegal de diésel mediante buquetanques. Funcionarios vinculados con marinos de alto rango presentaban frascos alterados para encubrir el contrabando bajo la apariencia de aceites y aditivos.

Los testimonios señalan pagos de hasta 50 mil pesos por cada embarcación, lo que facilitó el ingreso de millones de litros de hidrocarburos sin impuestos. La investigación apunta a una complicidad estructural entre agentes de la Agencia Nacional de Aduanas, marinos y operadores privados, quienes controlaban incluso los laboratorios que certificaban las muestras.

El caso exhibe la fragilidad institucional en los puntos estratégicos del país y la profundidad del huachicol fiscal. La gran pregunta es si las redes se desmantelarán de raíz o si volverán a operar bajo nuevos rostros y complicidades.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de tropas federales en Portland, Oregón, y autorizó el uso de la “fuerza total” para resguardar instalaciones del ICE y contener protestas atribuidas a Antifa. El anuncio, difundido en Truth Social, provocó rechazo inmediato de autoridades locales, que aseguraron que la ciudad no enfrenta amenazas a la seguridad nacional.

La gobernadora Tina Kotek y el alcalde Keith Wilson calificaron la medida de innecesaria, mientras legisladores demócratas alertaron sobre un posible regreso a las tácticas de 2020, cuando fuerzas federales intervinieron en protestas por el asesinato de George Floyd. Expertos legales advierten que la orden podría carecer de fundamento constitucional.

Con esta decisión, Trump amplía la estrategia de militarización interna y refuerza su discurso de mano dura frente a la migración y el activismo de izquierda. Pero la pregunta persiste: ¿es protección real o una maniobra política que profundiza la polarización estadounidense?