La alianza entre Glenfiddich y Aston Martin F1 celebra la convergencia entre la paciencia del tiempo y la emoción de la velocidad. La destilería escocesa, fundada en 1887, une su maestría centenaria con la ingeniería británica para crear una edición especial de Single Malt de 16 años, concebida para coleccionistas que entienden el lujo como experiencia.

El whisky, madurado en barricas de roble americano y europeo, despliega notas de miel, fruta madura y vainilla, con un final especiado que evoca el rugido contenido de un motor en reposo. Cada sorbo es una sinfonía de equilibrio y precisión, un homenaje a la paciencia como forma de poder.

La botella —de líneas aerodinámicas e inspiración automotriz— y su estuche metálico completan una pieza que trasciende el objeto. Glenfiddich x Aston Martin redefine el lujo contemporáneo: la unión entre control y placer, tiempo y movimiento, artesanía y velocidad.

La escudería Aston Martin vive un momento de ilusión tras la llegada de Enrico Cardile como director técnico. El ingeniero italiano, pieza clave junto a Adrian Newey y Andy Cowell, aseguró que el equipo tiene todo para competir con los mejores en 2026, cuando entren en vigor las nuevas regulaciones de la Fórmula 1. “El fracaso no es una opción”, afirmó con determinación.

Cardile señaló que el reto no será inmediato, pero confía en el potencial del proyecto. “No sé si seremos competitivos en la primera o en la séptima carrera, pero estoy seguro de que lo lograremos”, destacó. La combinación de experiencia y talento técnico en Silverstone ha elevado las expectativas al máximo nivel.

El italiano reveló que el nuevo AMR26 es más que un coche: representa un cambio cultural dentro del equipo. “Estamos construyendo una organización sólida, mejorando procesos y colaboración. Queremos un proyecto duradero”, subrayó.