El Parlamento francés aprobó suspender hasta 2028 la reforma de pensiones de Emmanuel Macron, que elevaba la edad de jubilación a 64 años. La medida, avalada por 247 votos, respondió a una exigencia socialista y permitió al gobierno evitar una nueva caída.
La presidenta parlamentaria celebró que la decisión se lograra sin recurrir a facultades extraordinarias del Ejecutivo. Los diputados también eliminaron medidas de ajuste propuestas, como la congelación de pensiones y ayudas sociales, en medio de tensiones por las finanzas públicas.
Ahora continúan las negociaciones sobre el presupuesto del Estado para 2026. El gobierno busca reducir el déficit a 5 por ciento del PIB, mientras la oposición reclama mayor justicia fiscal, incluido el establecimiento de impuestos a los ultrarricos.
