En Tenochtitlan, Pablo Ortiz Monasterio recorre el Centro Histórico con la mirada de un arqueólogo visual. Su cámara busca rastros de la ciudad prehispánica que sobreviven en atuendos, murales, objetos, rituales y escenas cotidianas. El libro surge tras investigar el antiguo islote mexica y documentar cómo permanece su memoria en pleno siglo XXI.
La obra conecta pasado y presente a través de imágenes que dialogan entre sí: canales invisibles marcados en la traza urbana, el agua como origen de la ciudad, figuras sagradas yuxtapuestas a grafitis o maniquíes, y símbolos que resuenan en cuerpos, calles y fachadas. Ortiz Monasterio propone que las culturas no desaparecen, sino que emergen como humedad, filtrándose en cada rincón de la capital.
Con capítulos dedicados a Tenochtitlan, el Virreinato y los cuerpos contemporáneos, el libro examina las capas que conforman la identidad mexicana. Las fotografías —antes expuestas en Chapultepec y el Museo Archivo de la Fotografía— celebran medio siglo de trayectoria del autor y su empeño en construir sentido a través de la imagen.
