El gobierno de Donald Trump anunció un ambicioso plan para abrir millones de kilómetros cuadrados de aguas costeras de Estados Unidos a la perforación petrolera, incluyendo zonas frente a Alaska y el Golfo de México.
La propuesta permitirá 34 licitaciones en 500 millones de hectáreas, incluso en áreas nunca perforadas. Autoridades destacaron que se busca reactivar la producción energética y reducir las restricciones impuestas en administraciones anteriores.
Sin embargo, la iniciativa enfrenta fuerte resistencia de gobiernos locales, especialmente en California, y críticas de sectores ambientalistas que advierten sobre los riesgos para el ecosistema y la economía costera.
