El Museo de Palmira, uno de los símbolos más importantes del patrimonio sirio, será restaurado tras una década marcada por la devastación del Estado Islámico y la guerra civil. El proyecto, financiado por la Fundación ALIPH, busca devolverle su esplendor original y reabrirlo como centro cultural y arqueológico.
El plan contempla la rehabilitación del edificio principal, la restauración de piezas dañadas y la reconstrucción de la pasarela que conecta con la antigua ciudadela. Según Valérie Freeland, directora de ALIPH, el museo servirá también como punto de encuentro para arqueólogos y comunidades locales, en un esfuerzo por reactivar la vida cultural del desierto sirio.
Construido en 1961, el museo fue testigo de la destrucción del Templo de Bel y el Arco del Triunfo, y hoy simboliza la resiliencia de Palmira. La restauración marcará un paso clave para que la UNESCO retire al sitio de su lista de Patrimonio Mundial en Peligro.
