La alianza entre Glenfiddich y Aston Martin F1 celebra la convergencia entre la paciencia del tiempo y la emoción de la velocidad. La destilería escocesa, fundada en 1887, une su maestría centenaria con la ingeniería británica para crear una edición especial de Single Malt de 16 años, concebida para coleccionistas que entienden el lujo como experiencia.
El whisky, madurado en barricas de roble americano y europeo, despliega notas de miel, fruta madura y vainilla, con un final especiado que evoca el rugido contenido de un motor en reposo. Cada sorbo es una sinfonía de equilibrio y precisión, un homenaje a la paciencia como forma de poder.
La botella —de líneas aerodinámicas e inspiración automotriz— y su estuche metálico completan una pieza que trasciende el objeto. Glenfiddich x Aston Martin redefine el lujo contemporáneo: la unión entre control y placer, tiempo y movimiento, artesanía y velocidad.
