El activista conservador Charlie Kirk, de 31 años, murió tras recibir un disparo en un evento en la Universidad del Valle de Utah. El ataque, calificado como “selectivo” por el FBI, ha provocado una amplia condena política. El expresidente Donald Trump señaló que la violencia responde a la “retórica de la izquierda radical”.
Las autoridades recuperaron el arma presuntamente utilizada, junto con huellas de calzado y de la mano del sospechoso, a quien describen como un hombre con apariencia universitaria. La investigación continúa con más de 130 denuncias recibidas y un despliegue coordinado entre agencias estatales y federales.
El gobierno de Utah aseguró que la comunidad no está en riesgo inmediato, aunque mantiene la alerta máxima mientras avanza la búsqueda. Este atentado expone de nuevo la fragilidad del debate político en Estados Unidos, donde la confrontación retórica parece escalar hacia escenarios cada vez más violentos.
