De acuerdo con el reportaje del New York Times titulado “Drogas y drama familiar: así sorteó Elon Musk la campaña electoral”, el empresario vivió una etapa de consumo frecuente de ketamina, conflictos familiares y apariciones polémicas mientras se convertía en un aliado clave de Donald Trump.
La investigación periodística revela que Musk donó 275 millones de dólares a su campaña y participó activamente en actos políticos y tuvo acceso a espacios de poder, como la Casa Blanca y el equipo de transición presidencial, pese a su historial de conductas erráticas y problemas de salud mental.
Pese a los señalamientos, Musk fue despedido con honores este 30 de mayo en la Oficina Oval, además se dijo dispuesto a seguir siendo “amigo y asesor” del mandatario. Durante el evento, reapareció con un ojo morado y vestimenta informal, lo que desató especulaciones en redes.
