El actor y músico sueco Björn Andrésen, recordado por encarnar a Tadzio en Muerte en Venecia de Luchino Visconti, falleció a los 70 años, según informó el cineasta Kristian Petri. Su interpretación a los quince años lo convirtió en un símbolo de belleza etérea, aunque también en víctima del mito que lo rodeó.
Elegido por Visconti tras una larga búsqueda por Europa, Andrésen se convirtió en un icono mundial en 1971. Sin embargo, la fama temprana y el trato invasivo que sufrió durante el rodaje marcaron su vida. Décadas después, el documental El chico más bello del mundo (2021) reveló las heridas que aquella exposición dejó abiertas.
Pese a su turbulenta historia, Andrésen continuó actuando y cultivó su verdadera pasión: la música. Su rostro melancólico quedó grabado en la memoria del cine europeo como símbolo de una belleza imposible y, a la vez, de la fragilidad que deja el paso del arte por la vida.
