El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que se alista un decreto de conmoción exterior para enfrentar la amenaza de una posible agresión de Estados Unidos. La medida, prevista en el artículo 388 de la Constitución, habilita acciones extraordinarias en caso de conflicto externo que ponga en riesgo la seguridad nacional. El Consejo de Estado permanece en sesión permanente y evalúa nuevas disposiciones.
Durante una movilización en Caracas, miles de milicianos y efectivos militares marcharon en respaldo al mandatario. Autoridades como la alcaldesa Carmen Meléndez y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, destacaron que el pueblo armado se encuentra preparado para resistir cualquier intento de incursión extranjera, asegurando que la capital será defendida “a toda costa”.
La tensión se incrementa tras el despliegue militar ordenado por Donald Trump en el Caribe sur. En este escenario, la confrontación entre Washington y Caracas abre un nuevo capítulo de incertidumbre regional, donde el riesgo de escalada bélica amenaza con alterar la frágil estabilidad latinoamericana. El dilema persiste: ¿defensa soberana o pretexto para profundizar la polarización?
