Iga Swiatek conquistó el Abierto de Cincinnati tras vencer a la italiana Jasmine Paolini por 7-5 y 6-4. La número tres del mundo logró remontar en el primer set y, con solidez en los momentos decisivos, aseguró su vigésimo cuarto título individual en el circuito profesional.

La polaca llegó con un historial favorable de seis victorias sobre Paolini, y confirmó su dominio con un octavo ace que prácticamente selló el encuentro. Aunque la italiana rompió el servicio en varias ocasiones, no pudo sostener la presión ante la potencia y consistencia de Swiatek, quien mostró madurez táctica en los puntos clave.

Este triunfo es particularmente significativo, ya que Swiatek nunca había superado las semifinales en Cincinnati. El torneo, considerado antesala del Abierto de Estados Unidos, la proyecta como una de las principales favoritas en Nueva York, reforzando la narrativa de su creciente hegemonía en el tenis femenino.