México reduce homicidios, pero multiplica desapariciones
Durante el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, las cifras oficiales muestran un contraste inquietante: los homicidios bajaron 23%, pero las desapariciones aumentaron 54% respecto al promedio anual del sexenio anterior. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, entre octubre de 2024 y septiembre de 2025 se reportaron 14,761 personas desaparecidas, la cifra más alta desde que existen registros.
Mientras tanto, los datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública señalan 25,504 homicidios en el mismo periodo, siete mil menos que en el último año de Andrés Manuel López Obrador. Las autoridades celebran esta baja, destacando que septiembre registró el menor número de asesinatos en nueve años. Sin embargo, especialistas advierten que la disminución de homicidios podría estar enmascarando otras formas de violencia letal.
El Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana advierte que los homicidios dolosos ya no bastan para medir la magnitud real de la violencia. Su estudio plantea que muchos crímenes se ocultan bajo categorías ambiguas como “homicidios culposos”, “fallecidos sin identificar” o directamente como desapariciones forzadas. Así, el supuesto descenso en asesinatos podría reflejar una transformación en los métodos de eliminación y ocultamiento de víctimas.
En promedio, 40 personas desaparecen cada día en México, frente a las 26 diarias del sexenio anterior. Para los colectivos de búsqueda, el fenómeno revela una continuidad de impunidad y descomposición institucional. En palabras de una madre buscadora: “Ya no matan para asustar, desaparecen para borrar”. El país vive menos asesinatos visibles, pero más ausencias que nadie explica.


