Fernando Valenzuela no logró su ingreso al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, al recibir menos de cinco votos del Comité de Jugadores de la Era Contemporánea, lejos de los 12 necesarios. La decepción fue profunda, pues el sonorense aspiraba a ser el primer mexicano en alcanzar ese honor, un año después de su fallecimiento y con el peso histórico de la Fernandomanía como respaldo.

El “Toro” no podrá volver a ser considerado hasta el ciclo 2031-2032, lo que acentuó la frustración entre aficionados y especialistas, quienes destacaron su impacto cultural más allá de las estadísticas. En esta misma votación, Jeff Kent fue el único elegido, mientras figuras como Barry Bonds, Roger Clemens y Gary Sheffield también quedaron muy lejos del porcentaje requerido.

Valenzuela queda otra vez fuera de Cooperstown, aunque su legado permanece intacto. Su irrupción en 1981 revitalizó al beisbol en Estados Unidos y consolidó un fenómeno social que trascendió generaciones. Para muchos, su ausencia en el recinto de los inmortales sigue siendo una injusticia.

Lando Norris se proclamó campeón mundial de Fórmula 1 por primera vez tras finalizar tercero en un cierre electrizante en Abu Dabi. El británico, que necesitaba solo un podio, mantuvo la calma en una carrera tensa donde Max Verstappen ganó y Oscar Piastri fue segundo. Norris terminó con apenas dos puntos de ventaja sobre el neerlandés, mientras su compañero quedó a 13 unidades del nuevo monarca.

El piloto de McLaren gestionó la presión desde la primera vuelta, defendiendo su posición ante Charles Leclerc y ejecutando adelantamientos decisivos en el mediocampo. Un incidente con Yuki Tsunoda llevó a una investigación que terminó en penalización para el japonés, permitiendo a Norris mantener su ritmo y evitar sobresaltos en la lucha por el título.

Con una segunda parada estratégica y un cierre impecable, Norris aseguró el tercer lugar y se convirtió en el undécimo campeón británico de la F1. “¡Lo logramos!”, celebró entre lágrimas por radio, dedicando el triunfo a su equipo y a su familia tras una temporada histórica para McLaren.

James Harden se convirtió en el décimo máximo anotador en la historia de la NBA al superar a Carmelo Anthony durante la derrota de los Clippers 109-106 ante Minnesota. El veterano alcanzó el registro tras dos tiros libres en el tercer cuarto y terminó con 34 puntos, en una noche en la que rozó el empate con un triple sobre la bocina. Aun así, su actuación reafirmó su vigencia como uno de los grandes anotadores de su generación.

Con 16 temporadas en la liga, Harden promedia 26.5 puntos este año, su cifra más alta desde 2020, cuando lideró la NBA con 34.3 unidades por partido. El escolta calificó el logro como “una bendición” y destacó el significado de superar a Anthony, figura del Salón de la Fama y uno de los referentes ofensivos más influyentes del siglo.

El siguiente objetivo en su escalada es Shaquille O’Neal, quien ocupa el noveno lugar con 28,596 puntos. Harden continúa acercándose mientras sostiene un nivel competitivo que mantiene a los Clippers en la pelea, pese al tropiezo en Minneapolis.

Michael Jordan declaró en Carolina del Norte durante el juicio antimonopolio que él y su escudería 23XI no tuvieron otra opción más que demandar a NASCAR. Aseguró que el actual modelo de negocio perjudica a los equipos y limita su estabilidad, acusando a la organización de intimidar a propietarios que buscan reformas. Jordan, fanático de las carreras desde niño, dijo sentirse obligado a “desafiar a la entidad” en defensa del deporte.

El testimonio siguió a relatos de otros implicados, incluido el de Heather Gibbs, quien comparó la firma forzada de contratos con una “presión extrema”. Los acuerdos de fletamento, similares a franquicias deportivas, garantizan ingresos y participación en cada carrera, pero los equipos reclaman que la renovación es insuficiente y poco transparente.

23XI y Front Row fueron los únicos equipos que rechazaron las extensiones y llevaron el caso a tribunales. Jordan explicó que el sistema actual no comparte ingresos como lo hace la NBA y que el automovilismo necesita un modelo más justo para pilotos y escuderías.

Detroit logró un valioso 44-30 sobre Dallas gracias a una actuación brillante de Jahmyr Gibbs, autor de tres touchdowns, incluido uno decisivo a 2:19 del final. Los Leones evitaron encadenar derrotas por primera vez en más de tres años y reforzaron sus aspiraciones rumbo a los playoffs, apoyados además en un Jared Goff eficiente con 309 yardas y un envío de anotación.

Dallas respondió en el último cuarto y llegó a colocarse a tres puntos, impulsado por cinco goles de campo de Brandon Aubrey. Sin embargo, la defensa texana sufrió ante la aceleración final de Detroit, que encontró espacios clave con Amon-Ra St. Brown e Isaac TeSlaa para preparar la serie que selló el triunfo. La ofensiva de los Vaqueros dependió demasiado del pateador.

Dak Prescott padeció la presión constante de la defensa rival y terminó con 376 yardas, un touchdown y dos intercepciones. Además, perdió a CeeDee Lamb por conmoción, factor que complicó el cierre para Dallas. La derrota frenó su buen momento y lo relegó en la lucha por la postemporada.

Carlos Sainz llegó a Abu Dhabi con la mirada puesta en la definición del campeonato entre Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastri. Aunque asegura desear igualdad para los tres, considera que Yas Marina es un circuito “Lando”, donde el británico ha sido especialmente rápido. Para Sainz, llegar allí con un McLaren competitivo podría darle a su amigo una ligera ventaja para cerrar la temporada.

El español también destacó la exigencia del momento y recordó que terminar entre los tres primeros requiere un fin de semana perfecto. Aun así, evitó favoritismos y subrayó que el título debe decidirse sin influencia del azar. Sainz afronta el cierre satisfecho por sus dos podios con Williams, resultados que superaron las expectativas de inicio de año.

Respecto al duelo interno con Alex Albon, Sainz aseguró que no existe presión extra y recordó que ambos han vivido etapas opuestas por circunstancias fuera de su control. Valoró el crecimiento del equipo y la mejora colectiva, convencido de que Williams ha dado un salto importante en la segunda mitad del campeonato.

El equipo de Terence Crawford dejó claro que una revancha contra Saúl “Canelo” Álvarez solo será posible si la bolsa supera los 100 millones de dólares. Tras la sorpresiva derrota del tapatío este año, el duelo volvió a sonar con fuerza, aunque la cifra solicitada complica cualquier negociación inmediata. Canelo atraviesa un momento difícil, pues también cayó posiciones en el ranking libra por libra.

A los 35 años, Álvarez aseguró que planea seguir activo al menos cuatro años más y que todavía confía en volver a la cima. Reconoció que su cuerpo responde bien y que mantiene la motivación, pese al revés sufrido ante Crawford. El mexicano considera que aún tiene metas por cumplir en la recta final de su carrera.

Antes del retiro, Canelo desea pelear en el Estadio Azteca, un escenario que considera ideal para despedirse de su afición. Mientras tanto, Crawford mantiene una postura firme, dejando en manos del mercado la posibilidad de un segundo enfrentamiento que divida nuevamente al mundo del boxeo.

Michael Jordan compareció en Carolina del Norte para el inicio del juicio por la demanda antimonopolio que interpuso contra NASCAR. El copropietario de 23XI Racing acusa a la organización y a su director ejecutivo, Jim France, de prácticas que limitan la competencia y afectan a equipos, pilotos y aficionados.

Jordan y Front Row Motorsports se negaron a firmar los nuevos estatutos de la serie, alegando que NASCAR controla circuitos, impone exclusividades y obliga a usar proveedores únicos. Para ambos equipos, estas medidas perjudican la autonomía de las escuderías y consolidan un dominio injusto dentro del campeonato.

El seis veces campeón de la NBA afirmó que busca proteger la integridad del deporte y denunciar inequidades que, asegura, frenan el crecimiento de los equipos independientes. Solo 23XI y Front Row rechazaron los estatutos, gesto que detonó el conflicto legal que ahora avanza en los tribunales.

Max Verstappen se llevó el GP de Qatar y extendió la pelea por el campeonato hasta la última carrera en Abu Dabi. El neerlandés arrancó tercero, superó a Lando Norris desde la primera vuelta y aprovechó una parada oportuna bajo safety car para tomar el control. Oscar Piastri, desde la pole, terminó segundo, mientras Carlos Sainz completó el podio con un sólido ritmo en su Williams.

Norris, que podía coronarse si ganaba, cayó al cuarto puesto tras perder tiempo en tráfico luego de la estrategia de McLaren, que decidió no detenerse durante el safety car. Con ello, su ventaja se redujo a 12 puntos sobre Verstappen y 16 sobre Piastri, dejando todo abierto rumbo a Yas Marina, donde quedan 25 unidades en juego.

El fin de semana marcó un duelo estratégico intenso y dejó a los tres aspirantes separados por apenas un puñado de puntos. La Fórmula 1 tendrá un cierre a tres bandas como no ocurría desde 2010, con Verstappen, Piastri y Norris listos para definir el título en la última bandera a cuadros.

Ohio State rompió una larga sequía ante su acérrimo rival al derrotar 27-9 a Michigan, número 15 del ranking nacional. Jeremiah Smith y Carnell Tate regresaron a la titularidad tras superar lesiones y fueron clave para una ofensiva que controló el ritmo del encuentro desde el inicio. Los Buckeyes volvieron a imponerse en “The Game” después de 2 mil 191 días.

Con este resultado, el número uno de la nación aseguró su pase al juego por el campeonato de la Conferencia Big Ten, donde enfrentará a Indiana, también invicto y clasificado como número dos. La rivalidad histórica volvió a inclinarse hacia Ohio State, que mantiene su candidatura como favorito al título nacional.

En otros frentes, Virginia y Duke disputarán la final de la Conferencia ACC, mientras Georgia selló su boleto en la SEC y se medirá a Alabama en el tradicional Iron Bowl. Así se definieron los duelos que marcarán diciembre en el futbol colegial.