Petróleos Mexicanos documentó que el grupo ligado a Raúl Rocha Cantú operaba mediante una estructura organizada dedicada al delito en materia de hidrocarburos, según registros incluidos en la orden de aprehensión emitida por un juez federal. La denuncia detalla redes de complicidad con servidores públicos y otras organizaciones criminales.
Los reportes judiciales indican que la FGR considera a Rocha Cantú partícipe de actividades que incluyen tráfico de armas y colaboración con cárteles como el CJNG, el cártel del Golfo y la Unión Tepito. Documentos asegurados refieren pagos quincenales a funcionarios involucrados y posibles afectaciones a operaciones en la planta Deer Park, en Texas.
La resolución judicial señala que el grupo mantenía un reparto jerárquico de funciones y buscaba expandir sus actividades a sectores como el inmobiliario. Además, se menciona la introducción de hidrocarburos desde Estados Unidos y la posible participación de personal de Pemex en prácticas vinculadas con corrupción sistemática.
