Las tormentas tropicales Raymond y Priscilla dejaron 29 personas muertas y miles de damnificados en Hidalgo, Puebla, Veracruz y Querétaro. Las intensas lluvias provocaron desbordamientos de ríos, deslaves y la inundación de más de seis mil viviendas, además de daños en escuelas, hospitales y caminos.
En Hidalgo, donde se reportaron 16 fallecidos, comunidades de la Sierra y la Huasteca permanecen incomunicadas. En Puebla murieron nueve personas y otras ocho siguen desaparecidas tras un alud en Huauchinango. En Veracruz, el desbordamiento del río Cazones inundó Poza Rica y municipios cercanos, dejando tres víctimas más.
Autoridades federales desplegaron a elementos de la Marina, la Defensa Nacional y Protección Civil para apoyar a las comunidades afectadas. Mientras tanto, damnificados en distintas regiones claman por ayuda y denuncian la lentitud en la entrega de víveres y refugio, en medio de niveles de agua que superaron registros históricos en varios ríos del país.