A un año de asumir la presidencia, Claudia Sheinbaum enfrenta su primer gran escrutinio público. Durante su discurso en el Zócalo, la mandataria afirmó que el Estado no reprime, que Dos Bocas produce 270 mil barriles diarios y que México es el segundo país menos desigual del continente. Sin embargo, un análisis de El Sabueso y organismos independientes revela que varias de sus declaraciones son falsas o engañosas, reflejo de un gobierno que combina avances sociales con opacidad y control institucional.
El caso más evidente es la refinería Olmeca, en Dos Bocas. Lejos de la cifra presidencial, Pemex reporta una producción promedio de 102 mil barriles diarios, apenas 30 % de su capacidad. También resultó falso que “no se use la fuerza del Estado contra el pueblo”: el 2 de octubre, policías de la Ciudad de México agredieron a manifestantes y periodistas, mientras Artículo 19 y RSF documentaron siete asesinatos de periodistas durante su administración.
En materia económica, Sheinbaum sostuvo que México redujo la desigualdad y que 13.5 millones de personas salieron de la pobreza; lo segundo es cierto, pero el avance en equidad se matiza: la mayor parte de esa mejora ocurrió antes de su gobierno, y México no es el segundo país menos desigual del continente. La brecha de ingresos sigue siendo de las más amplias de la región.
En temas de seguridad y derechos de las mujeres, el panorama tampoco respalda el optimismo presidencial. Entre octubre de 2024 y agosto de 2025 se registraron más de 16 mil homicidios y 645 feminicidios. Aunque Sheinbaum promete “un gobierno sin represión y con justicia social”, los datos muestran un país donde la violencia, la censura y las carencias estructurales aún marcan la realidad.
