El Ministerio de Comercio de China abrió una investigación sobre los aranceles que México planea imponer a importaciones de países sin tratados de libre comercio, entre ellos el gigante asiático. La indagatoria, que durará seis meses prorrogables, evaluará tanto tarifas como barreras comerciales aplicadas en los últimos años.
La propuesta del Gobierno de Claudia Sheinbaum contempla gravar 1,463 fracciones arancelarias, elevando hasta 50% los impuestos para autos y autopartes. La medida busca proteger industrias estratégicas y corregir el déficit comercial con Asia, pero voces empresariales advierten que podría encarecer cadenas de suministro y presionar los precios al consumidor.
Desde Beijing se acusa a México de seguir la línea restrictiva de Washington, mientras la Secretaría de Economía defiende que se trata de decisiones soberanas avaladas por la OMC. El choque evidencia los riesgos de usar los aranceles como arma protectora: pueden fortalecer sectores locales, pero también abrir frentes de tensión internacional.