Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta en encabezar el Grito de Independencia, después de 215 años donde solo había sido dado por hombres. Desde el balcón del Palacio Nacional, rindió homenaje a héroes y heroínas, subrayando la importancia de las mujeres mexicanas en la historia del país.
Ataviada con una banda presidencial confeccionada por mujeres militares, recibió la bandera de una escolta integrada solo por mujeres. Ante más de 280 mil asistentes en el Zócalo, evocó a figuras como Josefa Ortiz y Gertrudis Bocanegra, e incluyó a migrantes e indígenas en su arenga.
El momento fue simbólico y político: una presidenta que refuerza la soberanía en un contexto de tensiones nacionales e internacionales. El reto será que este hito histórico no quede solo como imagen memorable, sino que se traduzca en cambios reales para las mujeres y los sectores más olvidados dentro del país.