La Suprema Corte de Justicia de la Nación celebró su última sesión pública bajo la actual integración, encabezada por la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández. Durante la jornada se resolvieron más de un centenar de juicios de inconformidad electoral, aunque quedaron pendientes asuntos de gran relevancia, entre ellos la prisión preventiva oficiosa.
La ministra Piña convocó a una sesión extraordinaria para el 19 de agosto con el objetivo de atender resoluciones electorales antes de la renovación judicial. A partir del 1 de septiembre, la Corte vivirá un relevo sin precedentes: los nuevos ministros serán elegidos por voto popular, un cambio que pone fin al modelo vigente desde 1995.
Este cierre marca un momento clave en la historia del tribunal. La incógnita es si esta transición garantizará mayor independencia o si abrirá la puerta a la politización de la justicia en México.
