El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México suspendió operaciones por segunda ocasión en lo que va de la semana debido a intensas lluvias que redujeron la visibilidad y afectaron las pistas. La medida provocó demoras y cancelaciones en vuelos nacionales e internacionales.
Autoridades aeroportuarias informaron que el cierre temporal se mantuvo hasta que las condiciones climáticas permitieron reanudar las actividades con seguridad. Se implementaron protocolos para reacomodar a los pasajeros y minimizar el impacto en la conectividad aérea.
Estos incidentes reflejan la vulnerabilidad de la infraestructura frente a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. La pregunta es si el sistema está preparado para enfrentar eventos climáticos que podrían volverse más frecuentes en el futuro cercano.
