mié. Dic 31st, 2025

Sin consenso, no hay democracia electoral

En respuesta al anuncio de una nueva reforma electoral por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, exconsejeros del IFE e INE, junto a académicos y periodistas, hicieron un llamado a diseñar “reglas del juego democrático” construidas por consenso y con legitimidad de origen. Rechazan cualquier intento de imposición legislativa.

En un pronunciamiento público, señalaron que la actual mayoría en el Congreso se consolidó mediante una “doble maniobra”: sobrerrepresentación en Diputados y presión política en el Senado. Advierten que reformar las leyes electorales en ese contexto compromete la normalidad constitucional y la confianza en las instituciones.

Entre las propuestas, destacan un Congreso más proporcional, con 250 diputados electos por mayoría y 250 por representación proporcional. En el Senado, plantean que todos los escaños se asignen por sistema proporcional. Además, exigen autonomía real, profesionalismo y financiamiento público equitativo, libre de recursos privados o criminales.

Los firmantes —como Lorenzo Córdova, José Woldenberg y Leonardo Valdés— insisten en que ninguna reforma debe ser unilateral. La legitimidad del voto, afirman, no nace sólo de las urnas, sino también de las reglas justas, compartidas y aceptadas por todas las fuerzas políticas. Una reforma impuesta, advierten, fracturaría esa legitimidad.En respuesta al anuncio de una nueva reforma electoral por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, exconsejeros del IFE e INE, junto a académicos y periodistas, hicieron un llamado a diseñar “reglas del juego democrático” construidas por consenso y con legitimidad de origen. Rechazan cualquier intento de imposición legislativa.

En un pronunciamiento público, señalaron que la actual mayoría en el Congreso se consolidó mediante una “doble maniobra”: sobrerrepresentación en Diputados y presión política en el Senado. Advierten que reformar las leyes electorales en ese contexto compromete la normalidad constitucional y la confianza en las instituciones.

Entre las propuestas, destacan un Congreso más proporcional, con 250 diputados electos por mayoría y 250 por representación proporcional. En el Senado, plantean que todos los escaños se asignen por sistema proporcional. Además, exigen autonomía real, profesionalismo y financiamiento público equitativo, libre de recursos privados o criminales.

Los firmantes —como Lorenzo Córdova, José Woldenberg y Leonardo Valdés— insisten en que ninguna reforma debe ser unilateral. La legitimidad del voto, afirman, no nace sólo de las urnas, sino también de las reglas justas, compartidas y aceptadas por todas las fuerzas políticas. Una reforma impuesta, advierten, fracturaría esa legitimidad.