Tras el ataque ocurrido en Tlaquepaque, Jalisco, donde murieron dos capacitadores de seguridad, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que las víctimas no eran colaboradores de la embajada de Estados Unidos. La vocería consular en Guadalajara confirmó esta versión en un comunicado oficial.
En su visita a Baja California Sur, Sheinbaum explicó que el Gabinete de Seguridad ofrecerá detalles del caso, mientras el Consulado reiteró que las víctimas no eran empleados de la misión diplomática, aunque lamentó el crimen y ofreció condolencias a sus familias.
Este tipo de eventos vuelve a poner en la mesa el delicado vínculo entre crimen organizado, cooperación bilateral y la percepción pública. La ambigüedad en los primeros reportes alimentó especulaciones que, sin aclaraciones oportunas, pueden escalar a tensiones diplomáticas innecesarias.