Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional, filtrados por Guacamaya Leaks, revelan que Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad en Tabasco y líder del grupo La Barredora, ordenaba trasladar asesinatos a Chiapas para reducir las cifras de homicidios en su estado.
De acuerdo con los reportes, el plan permitió disminuir drásticamente las carpetas de investigación abiertas en Tabasco, que pasaron de 565 en 2019 a 234 en 2023. Sin embargo, tras la salida de Bermúdez del cargo, las denuncias por homicidio se dispararon hasta 707 en 2024, mostrando el carácter artificial de la estrategia.
El caso expone la complicidad entre autoridades locales y grupos criminales, que maquinaron un escenario ficticio de seguridad. Más allá de los números, la práctica refleja cómo la corrupción distorsiona la justicia y deja a la sociedad atrapada entre intereses políticos y la violencia real.
