El Departamento de Justicia de Estados Unidos documentó en la acusación S1 25 Cr.370 que los abusos dentro de la Iglesia La Luz del Mundo no son casos aislados, sino una práctica con casi un siglo de historia. Según el expediente, las víctimas han sido niñas, niños y mujeres tanto en México como en territorio estadounidense.
El señalamiento sostiene que este ciclo comenzó en 1926 y se ha repetido bajo distintos liderazgos, incluido el de Naasón Joaquín García, actualmente detenido y sentenciado en California. Para las autoridades, se trata de una estructura institucional que protegió y encubrió los delitos sexuales, convirtiéndolos en parte de una dinámica de poder religioso.
El reconocimiento de la magnitud histórica de estos crímenes obliga a repensar los mecanismos de supervisión y justicia en organizaciones religiosas. Si los abusos se normalizan como tradición, la impunidad se convierte en un peligroso legado que trasciende generaciones.
