Hugo Aguilar Ortiz asumió la presidencia de la Suprema Corte y, junto con ocho ministras y ministros electos, tomó protesta en sesión solemne. En su mensaje defendió la autonomía del Poder Judicial y sostuvo que la “democratización” fortalece la legitimidad de los juzgadores. Agradeció la presencia de Claudia Sheinbaum, a quien definió como muestra de respeto entre poderes.
El acto incluyó la entrega de bastones de mando por representantes de pueblos originarios y referencias a una “justicia de puertas abiertas”. Aguilar prometió austeridad: todos los juzgadores ganarán menos que la presidenta y renunciarán a seguros privados para atenderse en servicios públicos, en línea con la política de contención del gasto.
La inédita integración surge tras la elección judicial de junio. Mientras aliados del oficialismo destacaron el carácter “histórico” del proceso, analistas y organismos observadores han advertido sobre retos de independencia. El arranque marca una nueva etapa cuyo desempeño será evaluado en tribunales y en la confianza ciudadana.
