mié. Dic 31st, 2025

Del récord en pobreza al reto futuro

La reducción de la pobreza multidimensional durante el sexenio de López Obrador, de 36.3% a 29.6% de la población, representa un avance estadísticamente notable y políticamente valioso. Sin embargo, buena parte de esta mejora no provino de transformaciones estructurales profundas, sino de factores coyunturales como el flujo histórico de remesas y el gasto social directo. Esto implica que el progreso es vulnerable a choques externos o cambios en el entorno económico.

Sheinbaum hereda un escenario menos favorable: las remesas muestran tendencia a la baja, el margen fiscal es reducido por la promesa de disminuir el déficit, y no se prevén expansiones significativas de programas sociales en el corto plazo. Además, su agenda laboral —como la reducción de la jornada a 40 horas— podría tensionar a empresas ya presionadas por alzas previas al salario mínimo.

El desafío central no será replicar la magnitud del avance logrado en el sexenio anterior, sino blindarlo. Eso requiere diseñar políticas que aumenten productividad, reduzcan informalidad y diversifiquen las fuentes de ingreso de los hogares. Si logra mantener e incluso mejorar estos indicadores sin depender de factores volátiles, Sheinbaum podría consolidar una herencia social que trascienda sexenios.

Aquí el verdadero mérito no estará solo en reducir cifras, sino en hacer que el descenso en la pobreza sea sostenible y resistente a crisis futuras.