Ricardo Monreal reconoció que al interior de Morena hay diferencias notables entre corrientes, gobernadores y liderazgos parlamentarios. Aunque intentó matizarlas como parte de una “etapa normal”, el senador admitió que deben resolverse si el partido pretende repetir la victoria presidencial en 2027. También deslizó que la alianza “Juntos Hacemos Historia” podría redefinirse para esa elección.
Estas declaraciones llegan en un momento donde Marcelo Ebrard ha retomado visibilidad pública y Clara Brugada ha marcado distancia con algunas decisiones del oficialismo. Monreal insiste en que no se trata de ruptura, pero advierte que una falta de cohesión podría abrir espacio a la oposición si no se cuidan los acuerdos internos.
Que uno de los fundadores de Morena reconozca públicamente divisiones no es menor. El poder desgasta, y el siguiente reto no será solo ganar, sino evitar que el movimiento se devore a sí mismo.
