Sheinbaum anunció que será necesario ajustar el gasto público mediante nuevas medidas de austeridad para contrarrestar el incremento en la deuda pública. En su informe más reciente, el organismo advirtió que el entorno económico enfrenta presiones fiscales crecientes.
La deuda como porcentaje del PIB aumentó, impulsada por mayores tasas de interés y un gasto social sostenido. Aunque no se anticipa una crisis, el CESF recomienda cuidar los balances fiscales para preservar la confianza de los mercados.
El anuncio coincide con la recta final del sexenio y con un Paquete Económico 2025 que será elaborado por el nuevo gobierno. La continuidad de los programas sociales y megaproyectos está en juego. ¿Será la austeridad el camino para equilibrar las cuentas o el costo oculto de políticas sin ajuste previo?
