México y Estados Unidos alcanzaron un entendimiento sobre la gestión del agua en la cuenca del Río Bravo, con el compromiso mexicano de liberar 249 millones de metros cúbicos a partir de la semana del 15 de diciembre. El acuerdo busca atender el déficit del ciclo anterior y avanzar hacia un plan definitivo que deberá concluirse a más tardar el 31 de enero de 2026.
El volumen acordado supera ligeramente la entrega inmediata exigida por el presidente Donald Trump, quien esta semana acusó a México de incumplir el Tratado de Aguas de 1944 y amagó con imponer aranceles de 5 por ciento. Ambos gobiernos reconocieron la relevancia del tratado y la necesidad de mejorar la gestión oportuna del recurso.
La Secretaría de Relaciones Exteriores afirmó que México no ha violado el acuerdo bilateral y subrayó que las entregas se dan en un contexto de sequía extraordinaria. Reiteró que el país seguirá cumpliendo conforme a la disponibilidad hídrica, sin afectar el consumo humano ni la producción agrícola, y mantendrá la cooperación binacional.
